Premios IgNobel


Un año más han tenido lugar los premios IgNobel, premios que la revista Annals of Improbable Research (AIR) otorga a investigaciones científicas cuyo objeto de estudio es un tanto... sorprendente. El nombre lo toma del hermano ficticio de Alfred Nobel, Ignacius, como un síntoma más de la guasa de los premios.

En la edición de este año el premiado más destacado ha sido para Elena Bodnar, en la categoría de Salud Pública, por diseñar un sujetador que rápidamente se puede transformar en dos máscaras de gas.

Stephan Bolliger se llevó otro galardón al investigar si hace más daño reventar una botella de cerveza en el cráneo estando vacía o llena... Sorprendentemente el resultado es que esté vacía, porque " la presión de la cerveza, ayudada por la carbonación, permite que una botella llena explote más rápido".

Donald Unger es nuestro héroe. El californiano demostró, durante más de 60 años, que hacerse sonar los nudillos no provoca artitris. Unger se hizo sonar sólo los nudillos de la mano izquierda y nunca los de la derecha, y demostró que ambas manos se encontraban en el mismo estado (no sabemos si para bien o para mal...)

Otro de los premios cayó en manos de unos granjeros que también demostraron que las vacas a las que se les pone nombre dan más leche que las que no lo tienen...

El resto de la noticia en Yahoo.


0 comentarios:

Publicar un comentario